ENTRADAS A LA VENTA A PARTIR DEL SÁBADO 29 DE MAYO A LAS 10:00 HORAS
Almaviva, o sea la Inútil Precaución, con este nombre estrenaba Rossini en 1816 la ópera que hoy conocemos como El Barbero de Sevilla. En ella, cinco protagonistas, cinco individuos luchando por un cambio en sus vidas. Todos parten de una insatisfacción, de una desidia, de algún inconformismo, de una falta de reconocimiento como individuo que les hará luchar por alcanzar una meta, un cambio de estado necesario, una evolución. Y es ahí donde toparán con una fuerza contraria, una fuerza que les oprime, un Big Brother personificado en el Doctor Bartolo. Sin embargo, toda precaución por parte de Bartolo, resultará inútil, las ansias de los demás le demostrarán a Bartolo que siempre puede haber por encima de cualquier fuerza opresora una fuerza mayor, la del individuo que lucha por su libertad. Eso hará que cualquier resistencia suponga… una inútil precaución.
Un guiño a los locos años 60-70, con su colorido, ese toque vintage o psicodélicos, enriquecerán y sustentarán la obra de un compositor que, como recogió Stendhal en su Vida de Rossini: poseía un espíritu fogosísimo, no respetaba nada más que el genio y volaba sobre todos los temas, tomando de todos una idea graciosa, verdadera y grotesca.
El código interpretativo de los cantantes potenciará también el carácter cómico de la obra.